la frase del momento

"¿No es la cerveza la bebida de la sinceridad, el filtro que disuelve toda hipocresía, toda la comedia de los buenos modales, e incita a sus aficionados a orinar sin pudor y engordar con despreocupación?"

M. Kundera


miércoles, 7 de mayo de 2008

Satusfacción

Hoy me he dedicado a una de mis mayores aficiones, uno de esos placeres que te reconcilian con el mundo. Sí, efectivamente, hoy he consagrado la tarde al dolce fer niente, con total voluptuosidad, con mayúsculo descaro. No es que anduviera inmerso en una actividad estajanovista como en otros tiempos, pero sí, me he quitado recientemente de encima una incómoda carga, de esas que te permiten pasar página de una mera fuente de tedio.

Así es, como el lector perspicaz habrá imaginado, ya me he quitado de encima el vano CAP. En breve las autoridades competentes, Dios mediante, certificarán mi supuesta, aunque indudable, aptitud pedagógica, para que pueda campar por los institutos de este país dando lecciones de moderación a los incautos mozalbetes. Con la satisfacción del deber cumplido, casi la misma que debió sentir precipitada y frívolamente nuestro querido Bush cuando osó clamar aquello de misión cumplida (por más que evoque aquello de risión cumplida de los pirados de Mamá Ladilla) con lo de Irak, me he sumido en un gozoso stand by de ocio y siesta, cogiendo fuerzas y espíritu para la siguiente tarea vanal pero ineludible: cubrir el expediente con la parida esa del DEA (menudo festival de siglas pretenciosas y hueras que me estoy tragando), dándole, así, gusto al Estado para que me permita formar parte de sus cohortes.

Tras este paréntesis, aprovechado para compartir con la inmensidad de la red mi dicha, vuelvo a mi actividad ya mencionada, con la deliciosa lectura del bueno de Jacques Le Goff.

Sean buenos.

domingo, 4 de mayo de 2008

Concurso de micro-relatos

El de los micro-relatos es un formato que está muy de moda últimamente. Se sabe que en el piso franco toda moda resulta efímera, pero como estamos todos atacados de egolatría, pues para no ser menos, lanzamos nuestra modesta contribución al género que, cual Quijote, significará un punto de inflexión en la historia de la literatura:

"SMS: -Son las 4 de la madrugada y todavía no me has escrito. ¿Ya no me quieres? No piensas en mí. Ya no es como antes..."