Sobre el orgullo
Hay gente que siente orgullo por cosas extrañas. Yo en mis tiempos mozos tenía a bien con un bello ligue que hizo las funciones de mi primer amor llamar a mi pene "Orgullito", fuese o no fuese el caso. Desde luego tener un pene de dimensiones precisas, de erección fácil, constante y duradera es motivo más que sobrado de orgullo.
Luego hay horteras inmisericordes que sienten un infuso orgullo de haber nacido en un cacho de este sufrido planeta. No cabe duda que hay perversiones de todo tipo y si hay gente que adora que la humillen, que la fustiguen, zoofílicos, coprófagos y demás aberraciones no vamos a dejar de respetar a la peña que sienta tal parida. Ahora bien, recordemos que el coprófago lleva su perversión en la más absoluta de las intimidades, reconociendo que al resto de la humanidad le puede parecer repugnante verle comer mierda, procura no hacerlo en público. Ciertamente es una actitud que le honra y aprovecho la oportunidad que me brinda este foro para lanzar un cálido agradecimiento a todos los coprófagos que lo llevan con discreción: sinceramente, gracias. Ahora bien, los depravados orgullosos de haber nacido en un cacho de tierra tienen la desagradable manía de restregarnos sus desviaciones por la cara al común de los mortales, de una forma que se me antoja agresiva, posiblemente debido a que en su degeneración mental conciben que por ese sentir, a modo de esquizofrenia, ese cacho miserable de tierra es indudablemente suyo.
No hace falta decir que de suyo nanay de la China y que su elevados sentimientos se lo guarden para la alcoba, como el coprofílico que se caga encima de su novia. Pero es que encima, en su demencia impenitente pretenden que el común de los mortales compartamos tan desviadas tendencias. Francamente, no sé que fenómeno psiquiátrico padecen, pero al igual que yo no estoy en situación de marcarles que dejen de concebir tanta mierda, resultaría muy de agradecer que no pretendieran que la suya es la legítima forma de, la verdad, no sé qué percepción de las instituciones públicas. Vamos, que cuando me hablan de la Nación Española o els Països Catalans no tengo ni repajolera idea de qué coño me hablan. Vaya, como si le hablaran de Dios a un ateo.
En definitiva, permítanme que utilice este medio para recordarles a estos mediocres individuos que el orgullo hay que tenerlo por cualidades excepcionales que uno haya sido capaz desarrollar y no por casualidades vanales. En todo caso concédanme que me remita a la elegancia de un diccionario, en este caso, de la RAE:
orgullo.
(Del cat. orgull).
1. m. Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas.
5 comentarios:
Pues sí, muchacho. Nos sentimos orgullosos de ti y de tu "Orgullito". Y también de los coprofílicos introvertidos. Que duren.
No sé si es orgullo. He pensado en ello. A veces creo que mediante una sesión de autohipnosis podría mudar ese sentimiento. Yo creo que más bien se trata de una necesidad de certidumbre. Pertenecer a algo. Hay quienes asumir el reto de la existencia se les hace una montaña y necesitan del calor del hato ovino, del rebaño y envolverse en una banderita que les proteja del mundo exterior. Pero es una opinión.
Totalmente de acuerdo, señor Lanas. Sólo pretendía reducir al absurdo la insistente consigna nacionalista del orgullo (más habitual, sea dicho de paso, en el español) más que describir el mecanismo emocional de los nacionalistas. Ello ha sido motivado por la reciente entrevista realizada a un tal Mario Acosta del todo impresentable en el que recalcaba el "orgullo de ser español". Lamenteibol.
¿Orgulloso de ser español? ¿Y ese tal Acosta quién es? ¿Un dirigente de España 2000?
Yo nací en las coordenadas 37º 21'44.98" N 5º 58'57.03" W y pobre de aquel que ose hacer algo que pueda ser considerado una ofensa contra las coordenadas 37º 21'44.98" N 5º 58'57.03" W, pues será amenazado absurdamente una y otra vez!
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