El Autogobierno imprime carácter
Leemos hoy en el amarillista Periódico de Catalunya, sin lugar a dudas, el menos serio y profesional, que ya es decir, diario generalista de este país, la sensacionalista portada que tenemos el placer de adjuntar. La verdad es que resulta, cuanto menos, enternecedor el afán de esta mediocre publicación de ejercer in pectore de órgano del poder político de este país.
Ciertamente es de recibo que una publicación amarillista le dé una cobertura sensacionalista a semejante acontecimiento. Ahora bien, lo que resulta excepcional, o, desde luego, ilustrativo de la sociedad catalana, es la coincidencia de este medio con el discurso del poder político dominante. Acostumbrados a demagógicos discursos sobre balanzas fiscales por los guardianes del Autogobierno, el Periódico de Catalunya no pestañea al brindarnos un sesudo editorial en portada con todo lujo de grandilocuentes titulares e imágenes vistosas. Declara el Consejero de Industria de la Generalidad, Antoni Castells, que las empresas suministradoras han hecho "un esfuerzo inversor en los últimos años", pese a lo cual "es evidente que la red tiene un déficit de inversión en infraestructura", pero El Periódico de Catalunya no se debe a la prudencia institucional por lo que no se molesta con tibiezas.
Abandonada la vocación de informar, si es que existió algún día, tan prestigiosa publicación no vacila en alimentar los agravios comparativos territoriales con el, para ellos, incuestionable argumento de que Catalunya paga el 25% de la factura eléctrica española pero recibe el 15% del dinero destinado a mantener la red de distribución. Se agradece el titánico esfuerzo de la dirección de El Periódico de Catalunya de ahorrar a sus sufridos lectores las prolijas y, por supuesto, innecesarias circunstancias que han llevado a tan infeliz accidente para ofrecernos con meridiana claridad, para evitar dudas, la incuestionable causa del desaguisado. Se conoce que, conscientes de las múltiples preocupaciones de sus lectores, han tenido la amabilidad de ahorrarles el engorroso ejercicio de pensar, cuando están las causas subyacentes tan claras. Y es que el Autogobierno, al final de cuentas, imprime carácter.
Ayer tuvimos el inmenso placer de homenajear a El Jueves, publicación que, desde luego, sabe estar a la altura de las circunstancias. Es una revista satírica y como tal ha de ejercer. El Periódico de Catalunya, por contra, a pesar de revestirse de la seriedad de la prensa generalista, es una publicación ridícula, que ha desistido de su cometido supuesto de informar para hacer de burdo altavoz del poder político. Porque, amigos, la seriedad no reside en el rol que uno asuma, sino en saber acometer con lo que te toca. Por eso, se puede ser un bufón muy serio y, por otro lado, un ministro completamente ridículo e histriónico, de hecho, como tantos.