la frase del momento

"¿No es la cerveza la bebida de la sinceridad, el filtro que disuelve toda hipocresía, toda la comedia de los buenos modales, e incita a sus aficionados a orinar sin pudor y engordar con despreocupación?"

M. Kundera


martes, 26 de diciembre de 2006

Las banderas de mi casa son la ropa tendía

Precisamente la bandera es una bella metáfora del problema. Esos trapitos de colores no tendrían ninguna relevancia, de no ser precisamente porque a algunos les ofende que se quemen, y es que el origen de dicha ofensa es precisamente el origen del problema intrínseco a ellas: son un símbolo. El símbolo de la nación, para más señas.

El hecho de que simbolicen al III Reich, als Països catalans o a una nación de ciudadanos libres e iguales ante la ley es, salvando las distancias, irrelevante. En cualquier caso, lo que simbolizan no es otra cosa sino una idea (la idea de la nación), pero las ideas no se corresponden necesariamente con la realidad que quieren representar. Símbolos e ideas son una simplificación, fruto de ese proceso de idealización que tiende a conformar nuestro pensamiento, y por ello pecan de una falta de matices que los reduce directamente al absurdo: a la adoración totémica de un símbolo y la defensa acérrima de una idea, llegando a olvidar lo que los conforma en la realidad.

Finalmente, el símbolo produce reacciones sentimentales para nada ligadas a los elementos constituyentes de la nación, y es que se llega a considerar que los elementos fundamentales de ésta son sus símbolos, y que las personas van detrás de éstos. Así, si un ciudadano ofende a la bandera o al himno a ojos de otro, merece castigo redentor, y nos cargamos de lleno el sentido de la nación de ciudadanos (que no de banderas).

De igual manera, si un símbolo como la bandera tiene la capacidad de representar (y prácticamente sustituir) a una nación, cualquiera que pinte una nueva bandera estará creando una nueva idea de nación, y por obra y gracia de San Anselmo, tendremos una nación real. ¿Qué importa que haya algo físico detrás? ¿Qué importa que pintemos unas fronteras u otras -si al fin y al cabo todas son artificiales y bajo cada territorio podríamos encontrar histórica y socialmente centenares de sentires nacionales distintos- ? Lo importante es que habremos creado una idea que defender, por la que luchar; una nación que reivindicar. Una bandera y un himno que anteponer, finalmente, a las personas.

Bajo una bandera y bajo la otra tendremos exactamente lo mismo: una idea de nación; y por lo que se lucha no es por los ciudadanos de ésta, ni sus derechos ni sus libertades, sino por la idea en sí, de la misma manera que durante siglos los hombres han luchado por su particular idea de Dios (unos una, otros otra, otros la de su no existencia, y da igual quien tuviera la razón).

Continuará...

4 comentarios:

. dijo...

Mola lo que escribñis, aunque cuesta un poquitín de entender.

Estaria bien que adaptárais vuestro lenguaje a residuos de la ESO como yo.

Ivan G. Chicano dijo...

Será todo esto aplicable a la bandera arcoiris de los gays?

Ivan G. Chicano dijo...

Será todo esto aplicable a la bandera arcoiris de los gays?

Anónimo dijo...

Roberto Iniesta tiene citas buenisimas , pero precisamente la del camino empedrado es de Santos Isidro Seseña , un extracto del libro "La mala gana" . Que os bajais los discos de la mula y luego todo el monte es oregano , con lo bonitos que quedan los libretos !!! Si a la pirateria , pero como soporte promocional ... Saludos!
PD : Acabo de ver que el blog es del 2006 ... Que cagada ,pero lo dejo igual , aunque me surge la duda de si sera que ni Dios lee esto o que las letras de Extremoduro solo se escuchan , igual soy un poco freak , pero por esta mania descubrí algun que otro autor que en mi humilde opinion deberia estar mas extendido , hasta diria que me hizo desarrollar el gusto por la poesia , y sin duda este es el legado mas valioso que me han otorgado estos cabrones .