la frase del momento

"¿No es la cerveza la bebida de la sinceridad, el filtro que disuelve toda hipocresía, toda la comedia de los buenos modales, e incita a sus aficionados a orinar sin pudor y engordar con despreocupación?"

M. Kundera


domingo, 11 de marzo de 2007

Una escena del Raval como alegoría utópica de un mundo armónico.

Ayer el Muy Honrado Consejo del Piso Franco decidió trasladarse para presenciar y formar parte de uno de los eventos más emblemáticos de la contemporaneidad, es decir, un Barça-Madrid. El fútbol es un oportuno subterfugio inocuo de los impulsos tribales y competitivos de los que adolece la humanidad, que aplaudimos. Mucho mejor que se desaten estas pasiones en la banal lid de las periódicas competiciones deportivas que trasladarlas al más trascendente y peligroso ámbito legislativo. Mucho mejor aspirar a machacar al rival en un tanteo deportivo que en otras terribles situaciones. Las apoteosis identitarias y simbólicas en un estadio de fútbol lucen mucho más bellas que en la arena política, dónde va a ir a parar.

Acudimos a una cercana tasca que está sabiendo resistir las presiones de la moderna estética y mantiene, de esta forma, el calor y familiaridad de los antiguos baretos de toda la vida. Nunca me dejará de sorprender cómo los inmisericordes horteras que reivindican pomposamente las tradiciones en el ámbito político son totalmente insensibles a las manifestaciones populares que nos dan continuidad y riqueza cultural. Resulta paradójico que en una región como Cataluña, de una forma aparente, machaconamente celosa de su pasado, resulte que no hay verdadera sensibilidad por los elementos culturales idiosincráticos. Así, no hay interés alguno en conservar los establecimientos que le dan historia a una ciudad o, aún más sorprendente, hay un desinterés total en conservar el patrimonio arquitectónico. Uno acude a una región poco sospechosa de dejarse llevar por estos devaneos identitarios como la cántabra y constata con sorpresa el celo con el que han conservado la arquitectura tradicional, con un gusto impensable en otras tierras. En Cataluña, sin embargo, dejamos derrumbar, sin ir más lejos, innumerables y exquisitas masías por la mera desidia, porque realmente el nacionalismo no encierra sensibilidad por el pasado, las tradiciones o lo que se quiera, sino que esconde un obsceno complejo de superioridad.

Pero volvamos a la tasca. Decíamos que acudimos a un establecimiento del barrio de relajadas formas. Hay gente, y ahí la gracia de la libertad, que prefiere establecimientos que dispongan de una cuidada imagen, pero yo prefiero lugares que rezumen el carisma y la personalidad de su gente, que establezcan un ambiente desenfadado y cercano a la vez que, como fue el caso, primen el precio, el calor humano, la cervecita bien fresquita en jarra helada y si encima disponen de unos callos deliciosos ya poco más se puede pedir. Aprovecho la oportunidad que me brinda la red para, con sincera gratitud, hacer un poco de publicidad de este abandonado local que podrá nuestra audiencia encontrar en la Calle d'en Roig.

Con todo, una taverna es también su parroquia y ésta, como no podía ser de otra manera, a pesar de su rancio abolengo castizo, presentaba la rica y sana pluralidad del Raval. Moros, negros, españoles y alemanes disfrutando en sublime armonía de un partido vibrante, jaleando a ambos equipos. En una especie de alegoría de la pluralidad y el espíritu deportivo, la parroquia se dividía entre ambas aficiones creando una atmósfera la mar de entregada al espectáculo. Al final el resultado, un abultado 3 a 3, parecía querer acompañar este ambiente, de tal forma que ambas aficiones se retiraron sonrientes y cómplices. Con todo, morbosamente quisiera saber la visión de Puigcercós sobre la integración de los moros que jalearon a los merengues.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mira el puto pedante de los cojones.... XD

ya tenía yo ganas de cazarle a usted en un descuido!!

tanta pedantería y tanto cuidar el estilo y el empleo de términos que demuestren entrega y conocimientos del uso de diccionarios de sinónimos y patochadas de esas, y resulta que vas y escribes....
......¡¡¡¡¡taVerna!!!!!
la v tesascapau, torrijo!

El sofista que fui dijo...

Mirale!

Muxo rencor poco reprimío veo por aki.No se ke diria un psicoanalista de ello. Amor x la literatura, amigo mio, k no pedanteria, d ahi k me sude bastante la mierda d la hortografia.

En cuanto a ti, ya me diras a ke se deve esa inseguridad ke se desprende d ese afan d caza y pesca. y torrijo, siempre ke pueda, con cerbecita vien freskita

Anónimo dijo...

picao!!!! ;-P

tas intentao flipar con lo de la inseguridad, eh?! si me la generase no me expondria a leerlo con lo vagon q soy

además cuando lo he puesto pensaba que taberna en catalufo pudiera ser ke se escribiera con v (pero ni puta idea)

por cierto, señor "inseguro": lo de escribir ahora con faltas de ortografía aposta pa disimular keda pelin mal...

por cierto, lo de la birra freskita no me lo mente ke la boca pastosa de la resaca y el mono son mu chungos, y el gusano no se anima a tomarse algo

El sofista que fui dijo...

q pipa el gusano. lo estamos perdiendo x la mierda esa del amor. A ver si sus pasáis por el Piso Franco que aquí fluye la cervecita bien fresquita que es un primor.

Por cierto, el inusitado esfuerzo por leer a pesar de tu proverbial pereza no hace más que reforzar mis teorías sobre tus ramplonas motivaciones.