danzas internas del vacío
Los jinetes del vacío cabalgan en mi pecho con sus astronaves con ruidos. La nada retumba en mi cabeza, recordándome hacia donde zozobro, en el pensamiento. Yo sólo soy éste que vaga en sí mismo. Reduje mi Ego confiando ser un número primo y me encontré que el espíritu me huele a pedo. Una putrefacción antigua hallé en mi alma y me costó asumir que se me había echado a perder. Se me ha debido morir de inanición.
No sé si con mi antigua alma putrefacta podré abonar el terruño, para al menos, ver qué sale; una sequoia gigante o un cardo borriquero.
Mientras tanto, la aerofagia persiste e ignoro si ese qué sé yo que me abandona es mi alma, mis ideas, mi voluntad, o mi sino.
3 comentarios:
fueron los garbanzos de anoche...
Me encanta ese estilo, no puede ser el de otra persona. El vacío, la nada, empiezan a ser temas recurrentes... ¿o se trata de una obra conceptual en distintas partes? Sigue así de etéreo (q de hetero ya te pasas).
Ostias Adry, me has emocionao, coño. En cuanto al vacío, la nada, sin lugar a dudas son temas recurrentes, pero en mi caso, desde hace un buen puñaíco de años.
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