No dan pa más
Todos tenemos ganas de darles un par de collejas al gobierno por las bombas de Barajas(qué manía tienen los terroristas con las infraestructuras de transportes madrileñas), pero procuremos no pensar con las tripas. Ese bombazo es la muestra de que los capullos éstos han visto que el gobierno no les iban a conceder nada de nada de lo que, en su demencia, creían poder conseguir. Como son una panda de bobazos inútiles, para mostrar su desconformidad, han hecho lo único que saben hacer: poner bombas. Tienen, efectivamente, un problema psiquiátrico, sólo saben expresarse con la violencia. Están pidiendo que los fulminen.
El Gobierno, reflexionando, ha hecho lo que debía: estar a la expectativa. Ya que los pájaros éstos se ponen en plan tregua permanente, vamos a ver de qué palo van, sin, por ello, ceder un pelo. La única cagada, el famoso talante Zapatero; se han apresurado en vender ilusión. Quién sabe si en un ejercicio de transparencia inaudito en política: ciertamente les debía hacer mucha ilusión que justo ésta fuese la ocasión dorada. Había para pensar que tenían datos secretos para echarle tanto optimismo a la cosa, pero parece que se reducía al final a las ganillas que le echaban.Espero, con todo, que no se dejen llevar igualmente por ese espíritu suicida los muchachos del gobierno y se resignen a que ya no hay proceso de paz al que agarrarse. Todavía falta pa ir poniendo a enfriar el cava: Esto va a ser lento, paulatino y sin grandes titulares que den mayorías absolutas jugosas.
ETA, en su irracionalidad, insiste en darles la razón a los que piensan que sólo cabe acción policial. Peor para ellos, poco a poco se les irá reduciendo y convirtiendo en más irrelevantes y por su infinita estupidez acabarán sus días pudriéndose en la cárcel, merecidamente, por fanáticos flipaos. Por ello los españoles (unos más que otros) nos hemos de acostumbrar a no dar demasiada importancia a esa panda de alelados, no hay que darles ese gustazo de que se sientan con el poder de ir cambiando la situación política española, porque eso les pone y les anima a seguir haciendo el cretino. Ese es, en definitiva, la estrategia de esa imbecilidad del terrorismo. Tiene que volver a haber unidad en la política antiterrorista y, si se me permite, consenso. El respetable no debería premiar las actitudes frentistas y sectarias en política. Se necesitan partidos políticos con importante afán representativo de la pluralidad española que sepan, desde la diferencia, llegar a consensos constructivos que no alienen a nadie.